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Estamos de acuerdo en que comer realmente es uno de los placeres más grandes de la vida, el problema se presenta cuando no medimos las cantidades que ingerimos y dejamos que la ansiedad controle nuestros hábitos alimenticios. Es ahí cuando aparece el fantasma del sobrepeso y la obesidad que tiene graves implicaciones en nuestra salud, es por eso que debemos cuidar la dieta para evitar el exceso de peso.
Para iniciar, es clave definir
qué es el sobrepeso. Es un término para describir el exceso de peso corporal en relación con la altura. Se evalúa mediante una medida conocida como índice de masa corporal (IMC). El IMC lo puedes calcular dividiendo el peso de la persona en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros. Las personas con un índice de masa corporal entre 25 y 29,9 se clasifican como con sobrepeso, las que tienen superior a un IMC de 30 ya se clasifican como obesos.
Aunque el IMC sirve como una herramienta para que las personas detecten a tiempo si tienen sobrepeso o no, esta no funciona para medir directamente el porcentaje o la distribución de la grasa. Por lo tanto, es posible que no siempre se refleje con precisión la composición corporal, especialmente en las personas atléticas o con mayor masa muscular.
En este artículo, queremos compartir contigo más allá de
qué es el sobrepeso,
definir cuáles son sus causas y cuál es la importancia de prevenirlo para gozar de buena salud y bienestar. ¡Te invitamos a que sigas leyendo!
El sobrepeso puede atribuirse a diferentes factores, lo que representa un amplio escenario sobre nuestra salud y nuestros hábitos diarios. Actualmente, con los apresurados ritmos de trabajo que envuelven a la mayoría de las personas, existen más posibilidades de recurrir a la comida chatarra cuando no tienen tiempo para planear cuidadosamente sus comidas. Por otro lado, el estrés y la ansiedad también son aspectos que impulsan los malos hábitos alimenticios, ya que los dulces, las bebidas azucaradas y las grasas se convierten en compañía fiel para superar los momentos de dificultad. A continuación, exploraremos los principales contribuyentes:
Nuestras elecciones dietéticas son quizás el factor más importante que influye en nuestro peso. En un mundo saturado de alimentos altamente procesados y altos en calorías, es fácil consumir más calorías de las que nuestro cuerpo necesita. Las dietas con altos niveles de azúcares refinados, grasas no saludables y bajas en fibra contribuyen al aumento de peso con el paso del tiempo.
El estilo de vida cada vez más sedentario es otro de los principales culpables del aumento en las tasas de sobrepeso y obesidad. Muchos de nosotros pasamos la mayor parte del día sentados (en escritorios, en el transporte y frente a pantallas), dejando poco espacio para la actividad física. El ejercicio regular no solo quema calorías, sino que también ayuda a regular el metabolismo y mantener la masa muscular.
Nuestra composición genética puede predisponernos a ciertos tipos de cuerpo y tendencias metabólicas, lo que influye en nuestra susceptibilidad al aumento de peso. Además, los desequilibrios hormonales, como los trastornos de la tiroides o la resistencia a la insulina, pueden contribuir al aumento de peso y así mismo, a la dificultad para perderlo.
nuestro entorno puede influir en gran medida en nuestros hábitos alimentarios y de actividad física. Factores como el acceso a opciones de alimentos saludables, la seguridad en la ciudad, el diseño urbano y la condición socioeconómica influyen en la configuración de nuestros comportamientos relacionados con la dieta y el ejercicio.
Las emociones y salud mental también pueden afectar nuestro peso. El estrés, la ansiedad, la depresión y el trauma pueden provocar una alimentación emocional o cambios en el apetito, lo que puede contribuir al aumento de peso con el tiempo. Además, la comida puede servir como mecanismo de afrontamiento para lidiar con emociones o situaciones difíciles.
Ciertos medicamentos, como antidepresivos, antipsicóticos y corticosteroides, pueden resultar en sobrepeso. Además, afecciones médicas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), el hipotiroidismo y el síndrome de Cushing pueden alterar los niveles hormonales y el metabolismo, lo que provoca un aumento de peso.
La mala calidad del sueño o el sueño insuficiente pueden alterar la regulación hormonal, aumentando el apetito y los antojos de alimentos poco saludables. La falta crónica de sueño se ha relacionado con el aumento de peso y el riesgo de obesidad.
Comprender la naturaleza multifacética del sobrepeso es esencial por varios motivos. Primero, para desarrollar estrategias efectivas de prevención y tratamiento, y en segundo lugar, para mitigar todos los estigmas sociales que se asocian al sobrepeso y la obesidad. Al abordar estos diversos factores de manera integral (mediante mejoras en la dieta, mayor actividad física, manejo del estrés y modificaciones en el estilo de vida) es posible planear un plan de acción para alcanzar y mantener un peso saludable y mejorar el bienestar general.
Cuando hablamos del impacto del sobrepeso no solo nos referimos a los números en una báscula, realmente se trata de diversos factores que pueden afectar la salud y el bienestar, porque el exceso de peso puede desencadenar desde enfermedades cardiovasculares hasta concluir en implicaciones psicológicas y sociales. A continuación, profundicemos en algunos de estos efectos:
Comprender los efectos negativos del sobrepeso subraya la importancia de la prevención, la intervención temprana y estrategias de manejo efectivas. Al adoptar hábitos de vida saludables, que incluyen una nutrición equilibrada, actividad física regular, manejo del estrés y buscar orientación médica cuando sea necesario, las personas pueden mitigar los riesgos asociados con el exceso de peso y mejorar su salud y bienestar en general.
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Un cuerpo sano y saludable solo se logra combinando el ejercicio y una buena alimentación. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos realicen a la semana 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos semanales de actividad fuerte. En Colombia, uno de cada dos adultos cumple con esta recomendación.
Además, se recomienda tener una alimentación adecuada, privilegiando el consumo de frutas y verduras y disminuyendo el consumo de alimentos fritos y dulces. La manera adecuada de alimentarse debe hacerse durante toda la vida.
Si sufres de sobrepeso o quieres evitarlo, es necesario que implementes buenos hábitos alimenticios y la conciencia de la importancia de la actividad física. Está en nuestras manos velar por nuestro propio bienestar, para que un futuro no seamos víctimas de los efectos negativos del sobrepeso.
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